El escáner Hermine en la inspección de corrosión
Diseñado para la medición de grosor ultrasónico en tuberías, conductos y superficies metálicas
El escáner Hermine marcó un punto de inflexión en el campo de la inspección de corrosión en superficies metálicas. Descrito como un « gran avance tecnológico » por Bureau Veritas, este dispositivo portátil dedicado a la medición de grosor ultrasónico permitió optimizar las inspecciones de grandes superficies mientras ofrecía una precisión incomparable. Aunque este producto ya no está disponible para su venta, sigue siendo un referente de tecnología avanzada en el mundo de la inspección industrial.
Un escáner de corrosión de matriz en fase revolucionario
El escáner Hermine introdujo tres innovaciones principales que lo diferenciaron en el campo de la inspección de corrosión. Primero, su matriz ultrasónica multi-sensor, que contaba con entre tres y nueve sondas, permitía mediciones simultáneas de alta densidad, reduciendo significativamente el tiempo de inspección mientras aumentaba la fiabilidad de los datos. Segundo, su electrónica a bordo y consola integrada permitieron la adquisición y almacenamiento de datos en tiempo real sin la necesidad de equipos externos, haciendo que el sistema fuera totalmente autónomo y fácil de desplegar. Finalmente, su sistema de posicionamiento integrado proporcionaba un mapeo instantáneo de la corrosión, ofreciendo retroalimentación visual en tiempo real de la superficie escaneada y ayudando a los equipos de mantenimiento a anticipar y planificar las intervenciones de manera más eficiente.
Tres grandes innovaciones
El escáner Hermine trajo varios avances significativos en la detección de corrosión:
- Mediciones ultrasónicas ultra-precisas: Su tecnología avanzada proporcionó resultados muy detallados sobre el estado de las superficies metálicas inspeccionadas.
- Reducción del tiempo de inspección: Su diseño y rendimiento permitieron realizar mediciones rápidas sobre grandes áreas, optimizando las operaciones de mantenimiento.
- Mapeo de corrosión: Los datos recolectados podían ser exportados instantáneamente e integrados en informes visuales, simplificando el análisis y apoyando la toma de decisiones informadas.
Un diseño hecho para la eficiencia
Ligero y compacto, el escáner Hermine pesaba solo 5 kg, y su sistema magnético lo hacía prácticamente inmune a la gravedad una vez colocado sobre una superficie metálica. Operando de manera inalámbrica y equipado con una pantalla a color retroiluminada de 10 o 13 pulgadas, aseguraba una usabilidad óptima en el campo. Su software de control, instalado en una PC resistente, permitía una gestión fluida de los datos, con informes automatizados compatibles con Excel y una precisa ubicación de los C-scans en planos y fotografías.
Aunque el escáner Hermine ya no está disponible para su venta, sigue siendo un referente en la medición de grosor ultrasónico e inspección. Su impacto en los métodos de detección de corrosión continúa influenciando las tecnologías actuales dedicadas al monitoreo de infraestructuras metálicas.
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